Cada vez más municipalidades alrededor del mundo están optando por el software libre como alternativa al software propietario. ¿La razón? Ahorro, soberanía tecnológica, mayor seguridad y fomento de la innovación local. Chile no tiene por qué quedarse atrás.
Uno de los beneficios más evidentes es el ahorro de costes. Por ejemplo, Galicia redujo en más de 2,5 millones de euros su gasto en software entre 2010 y 2011, mientras que la Junta de Extremadura ahorró 48.000 euros por aula usando el sistema LinEx. En Argentina, la provincia de Misiones implementó “GobMis GNU/Linux” como parte de una política de soberanía tecnológica, demostrando que este modelo también es viable en contextos latinoamericanos.
En Alemania, el estado de Schleswig-Holstein, siguiendo el ejemplo de Munich tomó la decisión de pasar de las soluciones Microsoft a plataformas de código abierto como Linux y LibreOffice, cuyo primer paso consistió en la migrar 30.000 computadores de a la suite de The Document Fundation.
El software libre también mejora la seguridad y la privacidad. Al ser de código abierto, cualquier profesional puede auditarlo, corregir errores y garantizar que no existan puertas traseras. Incluso el Departamento de Defensa de EE. UU. ha respaldado su uso por su capacidad de resolver vulnerabilidades rápidamente.
Además, fomenta la industria local y la innovación, ya que permite a las pequeñas empresas participar en su implementación y personalización. Ciudades como Barcelona han apostado por herramientas libres como “Decidim” para impulsar la democracia participativa, y han fortalecido su economía colaborativa priorizando proveedores locales.
Para implementarlo con éxito, se recomienda comenzar con proyectos piloto (como reemplazar Microsoft Office por LibreOffice), fomentar la capacitación del personal, y apoyar una política pública clara: “Dinero público, código público”, es decir, que el software pagado con fondos públicos esté disponible para todos. Con un enfoque estratégico, las municipalidades chilenas pueden avanzar hacia una gestión más eficiente, independiente y transparente.